Ordena tu casa

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Porque ordenar la casa puede significar un cambio muy muy grande. Hacerlo bien y a fondo, de forma que aguante el paso del tiempo, requiere un cambio de rutinas, de hábitos y de colocación.

 

 

Empecemos por el dormitorio: 

La casa es tu refugio pero, dentro de la casa, tu dormitorio será tu espacio más sagrado. Además, normalmente, es también el espacio que más puedes controlar.

Así que empieza por ahí. Evita los espacios de caos y deja las superficies sólo con lo imprescindible.

Unifica colores, el desorden cromático también genera estrés y sensación de descontrol. Elige un color primario que ocupe el 60%, añade un color secundario para el 30% y un tercer color para el 10% restante. Y nada más. Lo ideal es que el color primario sea cuanto más claro mejor.

 

Deshazte de las cosas que no necesites: 

Esto ya en toda la casa. Un punto de inflexión básico es que no sigas acumulando cosas que no te gustan. Haz un sin piedad y líbrate de todas esas cosas que estás cansada de ver. La vida es demasiado corta para rodearnos de cosas feas.

 

Encimeras despejadas: 

 Tómate un tiempo y piensa dónde puedes meter todos esos pequeños electrodomésticos que se han apoderado de tú encimera y que casi no usas. Licuadoras, exprimidores, cafeteras, tostadoras, microondas…

Cuanto menos cosas tengas, más sencillo será limpiar y recoger. Además, te aseguro, que acumularás muchísimo menos.

La regla aquí es, si no lo usas, al menos, dos o tres veces por semana, no debe estar en la encimera.

 

Haz cambio de armario:

No mezcles temporadas extremas. Esto quiere decir que nada de tener los jerseys navideños con los vestidos de tirantes. La ropa muy específica de cada temporada tienes que recogerla cuando no estés usándola.

Esta ropa normalmente se usa uno o dos meses al año. No tiene sentido que ocupen espacio durante los otros diez. De esta manera, tendrás mucho más espacio en tu día a día y reducirás el ruido visual.

Cuanto más espacio libre veas, cuanto más vacías las estanterías y los armarios, más sensación de paz te trasmitirá tu casa.

 

Ordena por categorías:

Después de seleccionar todo lo que queremos quedarnos, solo necesitamos comenzar a ordenar, pero en vez de hacerlo según el área de la casa, mejor nos dedicamos a ordenar por categorías; es decir, juntar todo lo que tenemos en casa de un tipo de objeto determinado en un solo lugar. Por ejemplo, si empezamos a ordenar la ropa, debemos poner toda la de la casa en un mismo sitio y comenzar a ordenar y almacenar las prendas según nuestra satisfacción. 

 

 

Doblar la ropa en forma vertical:

Lo mejor es dejar la ropa de forma vertical para poder ver en un primer vistazo lo que queremos sin necesidad de revolverlo todo. Este método, salvo para las prendas ideadas para colgarlas en perchas, hará que la ropa ocupe menos espacio y se quede lisa. El truco es formar pequeños rectángulos con la ropa hasta que ella misma se mantenga en pie por sí sola. En el caso de los pantalones, se abrocharán los botones y las cremalleras que tengan. Planchamos con las manos y doblamos de la misma manera para lograr que solos se mantengan en pie. Y, en el caso de los bolsos, lo mejor será guardar uno dentro del otro para ahorrar espacio. 

 

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